Nos vamos acostumbrando, cada día más, a devolver la pedrada, en un incesante afán de siembra para mantener erguida la postura que termine por aclarar el lugar de donde vengo y también al que voy, para que el enemigo me conozca y sepa que no le permitiré nunca que se aproxime. Todo lo más que se rinda.
A los amigos se les acoge, primero con cierto recelo, para después medir la confianza depositada, de él hacia mi y, por correspondencia, la fe que pueda yo alcanzar de la actitud que comporte respecto a mi persona. A mayor altitud. mayor recelo, por lo que se pueda perder por el camino, más que nada por si resulta más competente que yo y consigue superarme en cualquiera de mis virtudes, lo que podría restarme en egolatría.
Todo ello en función de la competitividad, con la que acogiera en su día una valía que me hiciera sobresalir de los demás y hacerme todavía más dueño de mi presente. A partir de entonces puede contar una idea de superación inquebrantable, sembrada de ayudas (reconocidas o no) que anime ese espíritu de verdadero emprendedor que distingue a unas personas de otras, aunque no tiene por qué ser exclusivista. De todos los emprendedores que he conocido hasta hoy ha habido un poco de todo, buenos y malos, perfeccionistas y abnegados, también avaros e insolidarios, pero a casi todos habría que agradecerles su esfuerzo por superar la mediocridad, aunque por el camino hayan tenido que vérselas con lo indeseable.
Por eso mismo quiero elegir hoy el día para animar sobretodo a los empresarios que empiezan, que se enfrentan a multitud de adversidades, que son inasequibles a la fatiga, que saben valorar a quienes les apoyan en su trabajo diario, sin despreciar la distancia social que pudiera separarles, que tienden su mano generosa para que todo fluya mejor en las relaciones. A todos los de esas características que conocí, vaya mi mejor recuerdo y mi sincera felicitación por todos sus logros y esperanza en su crecimiento, pero teniendo presente que, lo que les reste por conseguir, pase por la humildad y la entrega. Si no es así, tendrá mucho menos mérito.