Activistas

 

 

Se cuentan por millones, pero viven eclipsados por la Humanidad que prefiere acostumbrarse a lo más fácil, a la inercia del consumo y la conquista, desde la individualidad, del mejor medio posible desde el que obtener riquezas. Se ven en manifestaciones, dan consistencia en las protestas, en las exigencias de control a los gobiernos y hasta en los remedios personales frente a abandonos generalizados. Les debemos tanto que nunca podrá quedar saldada la deuda.

 

Están representados hoy en una flotilla de pequeños barcos echados a la mar, con el ingenuo propósito de salvar vidas, al tiempo que otros deciden cegarlas o mutilarlas sin compasión alguna, solo por el placer de destruir a un enemigo que no puede defenderse más que con el horror en su rostro, mientras camina desnortado con una cazuela vacía en las manos, esperando poderla llenar de algo comestible que llevar junto a lo que fuera su casa y ahora se ve en ruinas, mientras los demás esperan su vuelta.

 

¿Qué pueden hacer frente al pequeño y potente país, capaz de poner en jaque al mundo entero? Sus habitantes puede que tampoco vayan a reaccionar esta vez, frente a su gobierno resuelto a acabar con todo, no van a poner más en riesgo un futuro de por sí muy problemático, si no se desaloja antes, por completo, a quienes interfieren molestando su libertad de acción, en plena expansión de fuerza.

También los hebreos en el resto del mundo vivan quizás eclipsados por la vergüenza, con la mirada puesta solo en su alrededor, para no ser confundidos y señalados cómplices de la ignominia. Es la moneda de cambio que les obliga a pasar desapercibidos, al tiempo que siguen sumándose las víctimas propiciatorias de la nueva era, si es que se consigue superar esta.

Gracias a los activistas, que mantienen el "buenismo" del que muchos recelan, podrá el resto de los humanos pacíficos abrigar esperanzas de un futuro mejor para todos, aunque no está muy claro lo de que pueda alguna vez conseguirse.