miércoles, 3 de septiembre de 2025

Despropósito

 

 

Cuando se cierran filas, salvo los indecisos que aún se lo piensan, en torno a la quita de deuda que ofrece el gobierno a las Comunidades, puede que se esté evidenciando la mala gestión que observa la derecha cuando se trata de proveer recursos nunca desechables. Lo sabemos de corrido, la derecha nunca ha dejado de ofrecer ganancias a sus votantes sobrados, y es por eso precisamente por lo que parece no importarle ahora, cuando la afección se produciría sobre lo más común de la Sanidad o la Educación, que interesa más bien a los humildes, quedarse sin la importante cuantía en juego, con el pretexto de no querer ofrecerle al gobierno posibilidades que podrían resultar beneficiosas a los catalanes, que se siguen viendo como traidores a la patria.

 

Todo ese cúmulo de cosas que circulan alrededor de la amnistía, de los presupuestos, de la conveniente inserción en la casa común de todos los españoles, sin excepción, y con la mirada puesta en el federalismo, mucho más productivo que la centralidad, no dejan de influir, demasiado diría yo, en la evolución que necesitamos, si es que se quiere salir del marasmo político en el que nos hallamos.

 

Al final la gestión, una vez más, quedará en entredicho y se verá, bien a las claras, dónde queda el interés de la gente que trabaja por seguir avanzando y no solo en economía, también en derechos, que tanto asusta a los que vienen disfrutando del poder omnímodo y creen, de algún modo, se le vaya agotando poco a poco, si bien la realidad es otra muy diferente, la de que no dejan de imponer su causa en cualquiera de las intervenciones, siempre económicas, en las que participan.

El caso flagrante de Ryanair, dispuesto a enfrentarse a todo, incluso a su propio crecimiento en la Europa que tanto le apoya, no deja de confirmar cómo el talante ultraliberal entiende la gestión, siempre a partir de beneficios a conseguir, sin dejar opción alguna a cualquier merma.

Para eso está España, incuestionable potencia económica, sobre la que los inversores no dejan de poner su vista sobre tantos y tantos sectores. ¿Será porque no estén debidamente atendidos, o que su codicia no deja de poner palos en las ruedas?.

En este país el PP lo tiene muy claro desde que pasara a ser Oposición, su interés se centra en exclusiva por conseguir el gobierno, no por ofrecer a los españoles soluciones concretas que ayuden. Su gestión es muy diferenciadora y deberíamos tenerlo siempre en cuenta, mayores ganan... 

lunes, 1 de septiembre de 2025

Ofensiva imparable

 

 

Iniciada con el tiempo suficiente como para moldearla a conciencia, sin que se aprecien intervalos imprudentes que alejen a los ciudadanos de lo elemental que se ha de consumir, para que el cuerpo pueda digerirlo sin mayores contratiempos, solo evidenciando lo que no se certifica ni puede ser demostrado.

 

Todos los días, sin excepción, aparecerá el motivo, la causa, la justificación... que mantenga a diana a la distancia suficiente como para vislumbrarla sin impedimentos, más allá de lo que el observador, cualquier observador, pudiera sonsacar sin demasiado esfuerzo. Los datos están ahí para demostrarlo y se han publicado recientemente, pero quién quiere ocuparse de ellos si solo uno se interfiere para significar repulsa hacia el emigrante. Las razones están muy claras, pero si no se quieren ver, si no se da la necesidad de querer descubrirlas, sino que es mejor inflar el globo con la ignorancia, acabaremos cayendo todos en enfrentamientos inútiles.

 

La mayoría de los delitos que se cometen en España los cometen los españoles, así que cargar con los que llegan esperando solo un acomodo, tras los suplicios que hayan podido vivir en sus países, nada que ver con lo que se podría vivir en el nuestro, aún sin medios para casi sobrevivir y a cambio de un sueldo miserable y una degradación solo superable a base de un esfuerzo máximo, nos parece de una vileza sin límite que, además, está siendo utilizada en contra de nuestro propio interés.

 

No todos los que llegan son ángeles, cualquiera puede deducir las múltiples cualidades con las que nos podríamos encontrar en ambas direcciones, las que vienen y las que van, sujetas a una multitud de problemas añadidos, que sería casi imposible resumir en unas líneas. La comprensión y sobre todo el acogimiento en las distintas Comunidades, con los medios necesarios, con la formación pertinente, sin improvisaciones casi calculadas... puede dar idea de lo que nos estaríamos llevando entre manos, empezando en el inicio en el mar, con la recogida de pateras, continuando con las prestaciones y siguiendo con los problemas infinitos que se plantean.

Algún día en que quizás podamos advertir los beneficios obtenidos, podremos sentirnos ciertamente recompensados al ver (ya lo estamos viendo) cómo aquél sirio, convertido en cirujano, ha salvado vidas españolas o el senegalés, dueño de su propio negocio, se ha podido incorporar de facto al continuísmo de nuestra Sociedad que, aún siendo imperfecta, ha sido elegida por muchos para sintetizar sus sueños.

La ofensiva ultraderechista que no ceja en su empeña, se tiene que ver contestada desde el minuto uno, para que no nos provoque más perjuicio indeseado.  

Los ojos que miran

 

 

Culpables de ser atentatorios contra una moral que no es, aunque se identifique continuamente como proveedora de cosas ciertas que, sin embargo, no resisten siquiera la primera prueba. Así las gasta un ejército israelí comandado por generales ciegos y malintencionados, que dirigen a sus soldados, hombres jóvenes desprotegidos en lo ético, a una posible muerte por lo que persiguen otros con la idea puesta en un genocidio perverso, aunque ninguno de ellos pudiera no serlo nunca.

 

La condena a muerte constante, que sufren informadores que se limitan a fotografiar y contar lo que ven sus ojos, debería de ser refrendada por las instancias jurídicas del mundo que se regodean de ser paradigma de todo lo justo y que, en esta ocasión, eluden responsabilidades del derecho. La condena por los tribunales de Justicia sobre Netanyahu no es suficiente, si no alcanza a resolver el problema que presente cualquier falta de determinación al llevar a efecto la sentencia. Solo se ha convertido en el aplaque de conciencias que le puedan servir al jurista a creerse satisfecho.

Si se interpone el amigo americano que resuelve con facilidad lo que se determinó en su día, sobre la decisión inapelable de un tribunal hasta entonces acreditado, díganme qué se puede esperar de la sucesión de previsibles escándalos posteriores, si haber atacado desde el principio la resolución esperada.

Justicia inoperante equivale a pérdida de confianza, como en tantas otras instituciones, que no han sabido responder con eficacia a lo mucho que se esperaba de ellas.

Mientras tanto otros tantos informadores seguirán mirando de reojo, mientras disparan sus cámaras, que no sus armas, contra unas actuaciones condenatorias que no cesan, a pesar de tener a todo el mundo en contra. ¿Hasta cuando tanta soberbia?...