viernes, 3 de octubre de 2025

Desestimar la fuerza

 

 

Los errores se pagan con respuestas más duras, así nos lo quieren hacer creer quienes se expresan siempre con la soberbia y la determinación suficiente que les concede su amplia distancia en materia de reflejos, ya que su cintura está más preparada que la nuestra para hacerle regates a lo que se ponga por delante, incluidas las leyes que molestan.

 

Israel contra el mundo, aunque su mundo, el sionista, diseminado por todo el planeta, se tenga por dominador de cualquier lance que se les presente y tenga que ver, sobretodo, con el dinero que se almacena en los bancos de primer nivel y sustenta sus objetivos. De esa manera, ¿qué pierde el pequeño pero gran país, cuando hace de las suyas y se ve apoyado desde las alturas? Desde aquí parecerá una ingenuidad, la cometida con la flotilla náutica, pero sí es verdad que ha puesto en evidencia, todavía más, a los promotores de uno de los mayores genocidios cometidos en los últimos tiempos, aunque ha habido muchos y todos se identifican por el liderazgo de sus autores.

 

Ha dado para muchas imágenes, aunque de las más relevantes han sido las de soldados israelíes riendo ante las cámaras en medio del incidente, como presagiando una victoria sin límites, en ese otro enfrentamiento (incruento esta vez) con consecuencias directas a resolver en sus juzgados, donde ya se verá si también los jueces de aquél país están comprometidos con Netanyahu.

Mientras los líderes árabes, europeos, asiáticos... agachan sus cabezas y se conforman con la respuesta en las calles, realmente impresionante.

No es posible atajar la falta de respeto ni la desconsideración hacia las víctimas, por parte de la ultraderecha afincada en esos lugares cómodos desde los que lanzan insultos, promueven actos indecorosos, juzgan a su modo todo lo que les molesta... Claro que si reciben también la ayuda de quienes solo quieren recuperar gobierno, sin mejorar la gestión, estaríamos ante un plan que, aunque carezca de sentido y de exceso de ridículo, se viene apoyando en el odio visceral de aquellos a los que no les gusta el incremento de derechos sociales, ni la pérdida de privilegios. 

Con todo, la fuerza no puede nunca desestimarse. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario