sábado, 18 de mayo de 2024

Largo y espinoso camino

 

 

El que debiera llevarnos hasta la regeneración, requerida por todos, pero difícilmente realizable sin la voluntad requerida. Esa que se vende tan difícil que no está al alcance de cualquiera, que no vea en ella la solución a los problemas que nos acechan por todos lados y que se fundamentan, sin dudar, en la corrupción que no cesa. Se puede hablar del pecado, pero cuando son los mismos pecadores los que hablan de regeneración, sin aplicarse ellos mismos la medicina, se superponen los cinismos y se tapan las ofensas.

 

Seguiremos insistiendo, desde aquí, en que sin voluntad no hay regeneración posible y que, en el camino hacia ella, son los propios partidos políticos los que recelan del camino a seguir, que les comportaría tener que erradicar algunos procedimientos que no pueden casar nunca con la fidelidad y el compromiso que se les debe a los pueblos a los que guían.

 

Los periodistas dedicados a la investigación están sufriendo lo indecible, cuando quieren llegar al final de las historias que empiezan. Solo un comportamiento rayano en el estoicismo, en la condición de mártir, que sabe cómo empiezan pero nunca cómo han de terminar, logra dar sus frutos, para acabar Dios sabe cómo, expuestos a la ira poderosa y certera de los investigados.

La oscuridad que venía proyectando Fico ha terminado en consecuencias funestas, pero sin dilucidar todavía dónde se encuentra la aguja por la que habrá que atravesar el hilo conductor, para que nos enteremos todos de lo que se traía entre manos. El cierre de la Fiscalía Anticorrupción, o la intención de cerrar la radiotelevisión pública, pueden ser indicios de sospecha. No hay ninguna deriva prorusa que pueda quedar sin respuesta, para los estudiosos de las estrategias de Putin, en su guerra abierta con Occidente.

El caso es que ese camino, rodeado de espinas, no podrá ser atravesado sin víctimas. Mientras tanto seguiremos observando cómo, algunos líderes, chapotean los charcos de barro sin inmutarse...   

viernes, 17 de mayo de 2024

Al fin

 

 

Desde la poderosa Alemania, potentes firmas mueven ficha contra los populismos de ultraderecha. Ya iba siendo hora de que se manifestaran por el bien de la convivencia europea, erradicando provocaciones incesantes. El momento crucial, con unas elecciones en puertas, implica al Continente en esa suerte de posibilidades de que lo construido, bueno o malo, defectuoso o aprovechable, termine desechado en los vertederos.

 

Aunque dicen no querer intervenir en política, parecen haberse dado cuenta de que, hoy por hoy, se hace más necesario que nunca, hablar claro de lo que puede acabar siendo una UE que no consigue aprender de los errores lo suficiente como para resarcirse de sus muchos defectos. El potencial está ahí, y todas esas firmas tienen la entidad suficiente como para acrecentar el prestigio europeísta, solo hace falta que se demuestre el interés por la protección de los valores de siempre, que no pueden verse arrojados a la basura por la simple batalla ultraliberal en la que se ven enfrentadas las fuerzas clásicas.

 

El asunto es muy complejo, estamos de acuerdo, y no se pueden menospreciar las distintas corrientes que se hacen hueco en la política, con esa especie de toma y daca que inspiran los discursos. Por fortuna la realidad discrepa en lo importante y lo atestigua el buen funcionamiento del Parlamento europeo donde se dilucidan leyes que van a ser de aplicación en los países, que aspiran a ganar puestos de importancia en la consecución de objetivos que benefician a los ciudadanos. La querencia que manifiestan los que todavía pugnan por entrar, no hace sino confirmar una buena marcha.

El racismo no tiene cabida en Europa, como tampoco el extremismo que cercena la singularidad de las mejores prácticas sociales, que terminan en una bonanza provechosa de la que todos vamos a ser partícipes, las grandes empresas incluidas y su evolución garantizada.

Bienvenida sea la iniciativa en pro de la diversidad y de la tolerancia, en contra de ese populismo acuciante que no para de sembrar insidias y rencores, en terrenos que estarían siendo abonados para ello, sin que aparentemente se ponga freno desde las más altas instancias, dedicadas solo a salvarse ellas mismas.

El santo de cara

 

 

Una expresión popular, arraigada en la fe religiosa que nos atenaza desde siglos atrás y que todavía se resiste a desaparecer, por cuanto equivale a poder contar con una ayuda muy, pero que muy significativa, que te garantice estar al lado del Todopoderoso, al que se invoca, se tengan o no merecimientos.

 

Hoy el presidente Sánchez se presenta ante las cámaras de televisión, en una cadena privada, sin el boato que marcan los acontecimientos públicos, lisa y llanamente a contarnos sus impresiones sobre todo ese mundo (a veces fantasmagórico) que dice haberse confabulado en su contra, solo por el hecho de haber concentrado cantidad de noticias, algunas sin contrastar, no ya sobre su gestión presidencial, sino sobre algunos vicios ocultos que no quiere que se desvelen.

 

Sus palabras convencen y si no que salgan ahora sus censores a rebatirlas, pero con pruebas significativas, con verdades absolutas. Por tanto podríamos decir que las cosas les son favorables aunque solo sea por la aseveración de principios que, en diversos asuntos, van confirmando bonanzas. Detractores aparte, traspiés que estuvieron a punto de hacerle caer de bruces, no constituyen, hoy por hoy, una traba considerable a una gestión que será mejor o peor, acertada o errónea, pero sin duda constituye un hito importante frente a gobiernos anteriores que se caracterizaron por el cierto abandono con el que se produjo, como si el gobernar fuera solo proseguir con la inercia y salvaguardar la parcela pública legislatura tras legislatura.

Hay y ha habido soluciones a distintos problemas, la territorialidad no tiene la carga que tenía, la holgura económica se hace patente... y un largo etcétera que nos afecta de lleno a quienes, en la clase media, vivimos a expensas de la Economía con mayúscula.

Hay que reconocer en él una valía de la que carecen otros...   

miércoles, 1 de mayo de 2024

Amor al riesgo

 

 

Ese que tanto nos asusta a los pusilánimes, ante cualquier ruido inusual, o enfrentamiento, a todas esas personas de "orden" puestas por el establishment para vigilar el suyo. Es el que parece alentar a muchos estudiantes norteamericanos, frente a tanto genocidio armado, en otra punta del globo, donde algunos siguen dispuestos a llegar hasta un final de catarsis, sin que medie la más mínima compasión hacia quienes no tienen culpa salvo la de haber nacido de padres extremistas.


Extremistas de ambos lados de un territorio donde no se ha vivido nunca en paz, donde siempre se convivió con la guerra larvada, donde algunos se dedicaron a robar las tierras, para sobre ellas edificar futuros aislados y prósperos, aunque carentes de esa otra paz, la interior, que todos siempre hemos deseado y ellos, de seguir, así nunca gozarán al completo.


Blinken persigue la paz, pero le va a ser difícil, frente a su más obstinado competidor israelí, que no quiere dar por finalizado el castigo, sin dejar claro quién manda sobre todas las cosas, sobre todos los propósitos, sobre las ideas y lo que es más