lunes, 22 de septiembre de 2025

Dios en vano

 

 

La verdadera ilusión proviene de grandes dosis de fantasía, aunque al interponerse la cruda realidad, que no concede licencias gratuitas, nos agua la fiesta y nos deposita en ese gran mar de dudas del que no podemos salir sin la ayuda en la fe que, sin ser religiosa, nos pueda hacer más resilientes.

 

Para esos creyentes reunidos en un funeral, lo de Tomar el nombre de Dios en vano, no debe ser considerado mandamiento de una Ley formalmente asumida, cuando su dios en la Tierra se proclama gran hacedor de designios divinos y precursor del odio al oponente, que no habrá de ser objeto de perdón en cualquier rincón en que viva. 

 

Así, la utilización de cualquier recurso ideológico que tenga que ver con la divinidad cristiana, de tanto arraigo en USA, en adelante puede ser bienvenido por muy pecador que se sea, que de pecados estaría bien surtido como para ofrecerse de modelo a seguir hasta alcanzar el Cielo.

Una mayoría blanca, poderosa, que quiera tomar distancia sobre el resto, tomado por inmisericorde, a partir de ayer podrá ver el cielo abierto para tomarse la justicia de su mano y aplicarla sin compasión alguna sobre cualquiera que ponga, siquiera en duda, la gravedad de las palabras de Trump en ese momento álgido que está atravesando, sobre todo gracias al horrendo crimen que se ha practicado en la persona de Charlie Kirk.

Las bondades serán para pusilánimes, que no saben apreciar lo que tienen a mano y se resisten en conciencia a darle la vuelta al mensaje de aquél Jesucristo menos tirano, más bondadoso que, en sus Bienaventuranzas prometía salvar las carencias en los otros.

De seguir así, los agnósticos podríamos llegar a ver, en la oposición a todos estos principios, algo de luz que iluminara el camino de búsqueda... 

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