Constatar lo que esté al alcance de cualquiera que quiera reconocerlo, sobre lo inmune que puede llegar a ser un gobierno genocida, en cualquier parte del mundo, no debería sorprendernos, ya que toda esa tela de araña tejida durante siglos, en torno a una ideología supremacista, como es la sionista, ha quedado siempre por encima de cualquier consideración subjetiva.
El completo dominio de la situación y su inevitable repercusión en el pueblo palestino, ha venido a demostrar que su capacidad, su poder, su determinación para completar sus objetivos, queda fuera del alcance de poder ser detenidos. Mira por donde, se van a poder completar, con el amigo americano, colaborador necesario, toda una serie de estrategias, facilitadas además, por la ingenuidad de otro terrorismo salvaje. Terrorismo enfrentados, pues, por causas diferentes, aunque con número de víctimas insoportable por ambos lados.
Toda esa respuesta en las calles del resto del mundo, a excepción de las suyas propias, solo movilizadas en defensa de su propia sangre, quedará solo como símbolo del episodio nefasto que tuvo lugar en el tiempo y el espacio, a pocos años de aquél otro holocausto argüido hoy a su favor, pero con pocas diferencias respecto a este, salvo en número.
El retrato quedará para la posteridad, de unos gobiernos inútiles, a la hora de ponerle freno, bajo sospecha de colaboración indirecta, por motivos de repercusión económica, sobretodo. Las cuantiosas pérdidas que se vislumbraban en la lejanía, de proseguir por la vía iniciada, nunca corregida, además de las urgencias por reconstruir, con signo bien distinto, un "prometedor" futuro, seguramente serán salvadas con cargo a beneficios futuros que lo serán mucho más que al inicio. Ganadores muchos, perdedores más, en un interminable recorrido por la odiosa afición al dinero, que mantiene a unos cuantos demasiado entretenidos.
¿Porqué será que siempre se les relacionó a los judíos con el vil metal, administrado por los banqueros? Las explicaciones son varias, pero todas encaminadas hacia el mismo fin.
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