martes, 7 de octubre de 2025

Tira y afloja

 

 

Si el desencanto se apodera de nosotros, si la razón se aparta de nuestro lado para dar pábulo al pesimismo, creo que estaríamos dejando de resistirnos a la condena, la de pensar que nada tiene remedio y que la realidad es todavía peor de lo que nos figuramos. La Sociedad vive momentos crudos, pero eso no nos imposibilita para hacer lo que debamos hacer, en el sentido apropiado y en busca de la virtud, en lugar de rendirnos a una evidencia que no está tan clara.

 

Echarle todas las culpas a los políticos, no es de recibo y lo digo yo, que soy y he sido el primero en denunciar fallos provocados a diestra y siniestra. Meterlos a todos en un saco, sin hacer antes una discriminación profunda de lo que pueda valer, en positivo y que es mucho, frente a la caricatura que nos muestra el poder que todo lo gana, que todo lo consigue, no habría de ser la respuesta de la sociedad civil al dolor que sostiene tanta indecencia.

 

Todo es muy complejo, desde luego, y no se hace nada fácil advertir dónde se encuentran los fallos entre quienes torean todos los días con acontecimientos que, o bien no estaban programados, o bien introducen factores antes no descritos. Es verdad que en esta profesión, la del político, no siempre puedes actuar como quisieras, que los continuos embates que se reciben hacen resituar a los contendientes a lugares imprevistos que posiblemente no dominen y, por tanto, no resulte fácil encajar como se quisiera. Cada cual, como persona física que es, cuenta con defectos y virtudes y no cuenta muchas veces con medios para moldearlos, sino que se ve empujado a tener que dar muchos rodeos para salir lo más ileso posible.

De eso a que la infantería que somos nosotros, los paisanos que estamos incorporados al devenir de los tiempos, sin saber tampoco muy bien cómo desenvolvernos, hay espacio para poder hacer cosas por el bien de una generalidad que acaba poniendo siempre las cosas en su sitio. La prueba la tenemos estos días de rechazo en las calles, a una situación humanitaria insoportable y a toda una serie de actuaciones impropias de políticos al servicio de gente poderosa. Aunque sea verdad que tiene poder, nunca podrán sentirse empoderados si desde la acera de enfrente se les quiere evitar y no asentir todo lo que hagan.  

Un tira y afloja conveniente a unos intereses que parecen estar siempre en el aire, hasta que se concretan.  

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